Procrastinación en el Teletrabajo: La Difícil Lucha Interna para No Posponer las Tareas

 Por Natalia Munar | Portal Pyme

El teletrabajo, que ofrece flexibilidad y comodidad, ha revelado ser un arma de doble filo para muchos colaboradores. A pesar de sus indudables ventajas, trabajar desde casa también puede fomentar la procrastinación, es decir, la tendencia a posponer tareas importantes. Esta situación se ha intensificado debido a las múltiples distracciones presentes en el hogar y la falta de una estructura de oficina tradicional.

Según los expertos, la procrastinación es un fenómeno psicológico complejo que implica evitar deberes urgentes a favor de tareas menos importantes. En el entorno del teletrabajo, sin la supervisión constante de una oficina, es fácil sucumbir a este hábito. «La procrastinación tiene un componente psicológico, y el teletrabajo ha exacerbado algunas prácticas que tienden a fomentarla. Las empresas están respondiendo con más instancias cara a cara para mejorar el seguimiento de las tareas», explica Gilbert Leiva, CEO de I-ED y Presidente de la Mesa de Capital Humano de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de la Información (ACTI).

Matías Sánchez, CEO de Datalized, resalta que la procrastinación no solo incrementa el estrés y la ansiedad, sino que también deteriora la calidad del trabajo y afecta la productividad, repercutiendo negativamente en las relaciones laborales y el cumplimiento de objetivos.

Para enfrentar este desafío, las empresas pueden implementar diversas estrategias. Mauricio Peñafiel, CEO y fundador de Lifebox, sugiere capacitaciones centradas en:

  1. Mentalidad Ágil: Promueve la adaptabilidad y la colaboración, ayudando a los equipos a gestionar mejor su tiempo y reducir la procrastinación.
  2. Método Kanban: Utiliza un sistema visual para gestionar el flujo de trabajo, facilitando la identificación de cuellos de botella y mejorando la eficiencia.
  3. Método Lean: Se enfoca en la eliminación de desperdicios y la maximización del valor, optimizando procesos y ayudando a los empleados a centrarse en tareas cruciales.
  4. Design Thinking: Fomenta la creatividad y la innovación, alentando a los equipos a abordar problemas proactivamente y reducir la tendencia a posponer tareas.
  5. Agilidad Emocional: Proporciona herramientas para gestionar el estrés y las emociones, lo que puede reducir la procrastinación y mejorar el bienestar general.

Además, la inteligencia artificial (IA) puede ser una aliada en la lucha contra la procrastinación. Leiva indica que la IA ayuda a mejorar el rendimiento al ofrecer herramientas que permiten gestionar la procrastinación de manera gradual, evitando efectos negativos y ayudando a entender que no se trata solo de pereza.

En conclusión, aunque el teletrabajo presenta desafíos significativos en términos de procrastinación, aplicar técnicas adecuadas y desarrollar habilidades clave puede ayudar a mantener la productividad y el enfoque en un entorno de trabajo remoto.

Para más información, puedes consultar el artículo completo en Emol.com

Noticias Recientes